Todas las personas de nobles ideales han pasado por pruebas muy duras, han tenido que sacrificar muchas cosas antes de experimentar la felicidad, porque de ese modo han aprendido que, el hombre sólo quiere la felicidad y la paz, no quiere dificultades, problemas y desalientos.
Gran parte de las personas desean siempre tener buenos resultados, sin embargo, no realizan actos meritorios, dicho de otra manera, no siembran algo bueno para cosecharlo en su propia vida. No desean los frutos de las malas acciones, aunque estén inmersos en actividades indeseables, y tampoco ven que ellos son los verdaderos causantes de sus propias desgracias.
Actúan y son como la ceniza que cubre la brasa viva, y solamente cuando la quiten de sí mismos podrán ver la brasa, la llama viva del centro del alma, que es lo que lleva al éxito en todos los emprendimientos.
El éxito esquiva al egoísta, al envidioso, al malvado, al ser que solo tiene como sentimientos principales aquellos de; Yo y Mío, pues se esclavizan a sus propios Egos. La paciencia, la confianza, la moderación, la tolerancia, el altruismo, la integridad, la humildad, la valentía, la no-violencia, la benevolencia y la sabiduría, son cualidades que debes adquirir y cultivar a lo largo de tu existencia, no sólo porque confirmará tu propia evolución espiritual, sino también porque con ellas contribuirás a la felicidad de los demás, y serás mucho más feliz tu mismo.
El ego, la ira, el deseo, la envidia y la codicia son los causantes verdaderos de la ausencia de paz en el alma y en la mente. Lo que necesita es transformarse, y puede efectuarse preguntándose a sí mismo:
¿Quién soy yo? ¿Qué es lo que hago por los demás? ¿Tengo paciencia?
¿Tengo confianza? ¿Tengo moderación? ¿Tengo tolerancia? ¿Tengo altruismo?
¿Tengo integridad? ¿Tengo humildad? ¿Tengo valentía? ¿Tengo benevolencia?
¿Tengo sabiduría? ¿Soy no violento?
Una vez que se tenga la respuesta a estas preguntas, no se necesita emprender ninguna práctica espiritual.
Ello sólo es posible, cuando se controla la mente y con ella el corazón, hacerlo con voluntad y muy pronto se verán los resultados.
En todo el correr de la historia, cada alma noble ha tenido que soportar la crítica, el odio, la envidia; porque las personas tienen nociones diferentes acerca del bien y del mal. Por eso un alma noble no permite jamás el aumento de los odios o diferencias de ningún tipo.
Las palabras que surgen del corazón constituyen la verdadera expresión del alma. Algunas personas hablan sólo con los labios, para acomodarse a una situación, tales palabras son la expresión del egoísmo.
Algunos pueden parecer muy piadosos por sus palabras y actos, pero si se observan sus conductas, en realidad podrían ser nefastas.
Dado que respetan y siguen las palabras de aquellos que tienen desarmonía en sus pensamientos, palabras y acciones, y tienden a olvidar a su Dios, que está en su verdadero ser.
"El tiempo es de Dios, tiempo desperdiciado es vida desperdiciada".
La apropiada utilización del tiempo es verdadera práctica espiritual.
Algunas personas se lamentan diciendo que no tienen tiempo suficiente para pensar en el Señor, quien quiera que haya dicho esto es un holgazán por naturaleza.
Consideran las consecuencias como si fueran deudas, sin importar cuán dañinas sean esas consecuencias, esto puede ser remediado fácilmente con la ayuda de la medicina del amor. No hay nada más grande que el amor. Porque realmente Dios es Amor.
Amor Universal, Amor verdadero. El Amor puede erradicar cualquier tipo de enfermedad y actúa como Remedio Universal para cualquier aflicción.
Si te encuentras en alguna situación anteriormente nombrada, desarrolla amor, esto puede ser posible si crees que Dios es la personificación del amor.
El nombre y la forma de Dios deberán ser plantados en el terreno de tu corazón y nutrido con el agua del amor.
Si cultivas amor, no necesitas emprender ninguna otra búsqueda espiritual. Con puro amor en tu corazón, podrás realizar cualquier tipo de servicio. Enseña virtudes. Recuerda que un amigo puede convertirse algún día en enemigo, puedes ser fuerte hoy, pero débil mañana, no obstante, tus virtudes nunca te abandonarán y los enemigos no podrán jamás vencerte. Participa en la sociedad con virtudes nobles, ayuda a todos.
Si recorres el camino correcto, entonces podrás formar a miles de personas, practícalo una o dos veces, es suficiente. Habla con los demás y haz lo que consideres bueno.
Deja a un lado todas las diferencias, mézclate con los otros y realiza actividades de servicio; no debes formar grupos separados, si todos están unidos, estarás extremadamente feliz. Deberías dar y tomar amor por el amor mismo.
Habla dulce y sonrientemente, esto hace feliz a todos.
La disposición feliz, el rostro feliz, hablar feliz y trabajar feliz debería ser la fuerza que te guíe. Desarrolla unidad. En unidad, no sólo tú, sino también la humanidad, tendrá la oportunidad de desarrollarse. Solo el amor brinda unidad.
No se trata de decir “yo tengo la razón” cada uno de nosotros tenemos nuestras razones y lo fundamental es el respeto y la veracidad.