Este mensaje va más allá de las palabras, es una semilla que
busca surcos abiertos en corazones disponibles, para que la lucidez se dinamice
y lo aparente de paso a la esencia. Buscamos a los que, cansados de palabras,
comienzan a comprender que sólo el amor otorga la libertad.
Buscamos mantenernos
despiertos, lúcidos, plenos, para poder decirles hoy y siempre: Los amamos!!
Hoy
bostezó indolente el paisaje cotidiano. El padre sol abrió sus ojos del sueño
profundo en el que, sumido durante la noche, fantaseó con la luna.
Dorando el
follaje exuberante, su luz perfiló sobre el alfombrado verde y amarillento del
bosque las sombras de altos árboles, arbustos y enredaderas, con fantásticas
siluetas naranjas y rojizas. Se difundía entre la enmarañada vegetación, una
espesa neblina que brillaba misteriosa al destello del sol.
Y cubría los árboles
un velo nacarado que no nos dejaba divisar el secreto mágico que buscábamos.
Llevamos muchos siglos de agobiante búsqueda, deambulando calurosos desiertos,
oscuros bosques y selvas sombrías, cortando gruesas ramas que interceptaron
nuestro paso, abriéndonos camino por entre las gigantescas y espinosas plantas.
Pero ahora, en este instante supremo, penetramos en una nueva fronda, opulenta y
celestial, donde el canto de las aves, el murmullo del viento, el sonido
maravilloso y recóndito del bosque, forman un coro nunca oído, nos sentimos
electrizados y delirantes por una naciente e increíble felicidad.
Oímos un
cántico de pájaros exóticos y desconocidos, que nos hace olvidar las penas, las
preocupaciones y nuestro cansancio. Oyendo ese maravilloso himno, que nos brinda
la naturaleza con voces sibilinas de ilusión, algo remoto y misterioso nos
subyuga el pensamiento. Se despliega frente a nosotros un enigma descubierto en
el futuro. Seguimos el sendero, guiados por una mano invisible.
La niebla se va
disipando rápida como por encanto, y de improviso, surge en un castañetear de
chispas, un portentoso arco iris, que nos indica el camino a seguir. El final
donde yacen sus colores. Continuamos ahora la marcha, lenta y pausada. Serenos,
pero con el alma acelerada por la fe y la esperanza. Algo nos dice que allí, al
fin del sendero, se encuentra la luz, la luz que buscábamos desde tantos años.
Y
aparece asombroso y deslumbrante, un milagro supremo, el más maravilloso de los
prodigios... ¡Un ángel!
Es el ángel que no veíamos por estar tan enredados en la
selva espesa de la vida común, ordinaria y agitada, pero ese ángel, siempre
estuvo con nosotros, sutil, apacible, y tierno.
Y nuestra vida se va
transformando en un valle hermoso, pletórico de flores musicales, de trinos que
cantan a la vida, de voces que preludian la paz tan ansiada, de aguas cantarinas
que nos hablan de serenidad y amor.
Nuestro mundo renace, se embellece
sobrenaturalmente magnífico, la alegría nos glorifica el sentimiento mágico de
la vida. Y cada uno de nosotros, recorreremos el camino, renovados, porque hemos
encontrado nuestro ángel guardián, que siempre permaneció a nuestro lado,
guiándonos y protegiéndonos, aunque no lo sintiéramos. En este momento milagroso
ya todo lo malo pasó.
Somos el recipiente, en el cual el nuevo contenido
sagrado, nos permite trascender límites, hacer saltar cualquier cadena,
reencontrar nuestras alas y volar.
Es volando que nos encontraremos, es volando
que seremos capaces de amar y amarnos, es volando que todo tendrá un sentido.
¡Pues volemos!, con las enormes alas extendidas, ascendamos a los cielos bañados
por esa luz celestialmente azul que nos conduce por el infinito.
A partir de
ahora, con la mano apoyada en el cetro de la Fe, jamás lo dejaremos ir, él irá
eternamente junto a nosotros, llevándonos por el Camino de la Felicidad, la Paz
y el Amor. ¡Llegó nuestra hora!, llegó el tiempo dichoso, en que,
¡NO ESTAMOS
SOLOS! Dejémonos llevar por el silencio y la música de las esferas. No pensemos
en nada que nos perturbe. Dejémonos bañar por su luz..
Y las puertas
dimensionales comenzarán a ser abiertas. Atravesemos ya, las puertas
transparentes que se abren a nuestro paso. Nos entregaron un jardín
multidimensional para habitarlo con todos nuestros cuerpos, para amarlo con
todas nuestras fuerzas, para jugar con todo nuestro entusiasmo.
Dios inauguró un
jardín en el corazón, sembró la semilla de luz que germinó en infinita ternura.
Y el supremo regalo incluye un contexto mágico de libertad y una sagrada
obligación: ¡Ser felices!.
Entonces estallará una fiesta en nuestras vidas, y
hasta los árboles danzarán. Y lo más importante desde hoy, será:
¡Ser felices!
Ludy Mellt Sekher©
PORTUGUÉS
A CAPACIDADE DE AMANHECER
Esta mensagem vai além das palavras, é uma semente que procura
sulcos abertos em corações disponíveis, para que a lucidez se dinamize e o
aparente de passagem à essência. Procuramos aos que, cansados de palavras,
começam a compreender que só o amor outorga a liberdade.
Procuramos manter-nos
despertos, lúcidos, plenos, para poder dizer-lhes hoje e sempre: ¡ AMAMO-LOS!!
Hoje bocejou indolente a paisagem cotidiana. O pai sol abriu seus olhos do sonho
profundo no que, sumido durante a noite, fantasiou com a lua. Dourando o follaje
exuberante, sua luz perfilou sobre o alfombrado verde e amarelado do bosque as
sombras de altas árvores, arbustos e enredaderas, com fantásticas silhuetas
laranjas e avermelhadas.
Difundia-se entre a enredada vegetação, uma espessa
neblina que brilhava misteriosa ao reflexo do sol. E cobria as árvores um véu
nacarado que não nos deixava divisar o segredo mágico que procurávamos.
Levamos muitos séculos de sufocante busca, deambulando calorosos desertos, escuros
bosques e selvas sombrias, cortando gordos ramos que interceptaram nosso passo,
abrindo-nos caminho por entre as gigantescas e espinhosas plantas.
Mas agora,
neste instante supremo, penetramos numa nova fronda, opulenta e celestial, onde
o canto das aves, o murmúrio do vento, o som maravilhoso e recôndito do bosque,
formam um coro nunca ouvido, sentimo-nos eletrizados e delirantes por uma
nascente e incrível felicidade.
Ouvimos um cântico de pássaros exóticos e
desconhecidos, que nos faz esquecer as penas, as preocupações e nosso cansaço.
Ouvindo esse maravilhoso hino, que nos brinda a natureza com vozes sibilinas de
ilusão, algo remoto e misterioso nos subyuga o pensamento.
Desprega-se frente a
nós um enigma descoberto no futuro Seguimos o caminho, guiados por uma mão
invisível. O nevoeiro se vai dissipando rápida como por encanto, e de improviso,
surge num castañetear de chispas um portentoso arco íris, que nos indica o
caminho a seguir. O final onde jazem suas cores. Continuamos agora a marcha,
lenta e pausada.
Serenos, mas com o alma acelerada pela fé e a esperança. Algo
nos diz que ali, ao fim do caminho, encontra-se a luz, a luz que procurávamos
desde tantos anos.
E aparece assombroso e deslumbrante, um milagre supremo, o
mais maravilhoso dos prodígios .. ¡Um anjo!
É o anjo que não víamos por estar
tão enredados na selva espessa da vida comum, ordinária e agitada, mas esse anjo,
sempre esteve conosco, subtil, aprazível, e terno.
E nossa vida se vai
transformando num vale formoso, pletórico de flores musicais, de trinos que
cantam à vida, de vozes que preludian a paz tão ansiada, de águas cantarinas que
nos falam de serenidade e amor.
Nosso mundo renasce, embeleza-se
sobrenaturalmente magnífico, a alegria nos glorifica o sentimento mágico da vida
E cada um de nós, percorreremos o caminho, renovados, porque encontramos nosso
anjo guardião, que sempre permaneceu a nosso lado, guiando-nos e protegendo-nos,
ainda que não o sentíssemos. Neste momento milagroso já tudo o mau passou. Somos
o recipiente, no qual o novo conteúdo sagrado, permite-nos transcender limites,
fazer saltar qualquer corrente, reencontrar nossas asas e voar.
É voando que nos
encontraremos, é voando que seremos capazes de amar e amar-nos, é voando que
tudo terá um sentido.
¡Pois voemos!, com as enormes asas estendidas, ascendamos
aos céus banhados por essa luz celestialmente azul que nos conduz pelo infinito.
A partir de agora com a mão apoiada no cetro da Fé, jamais o deixaremos ir, ele
irá eternamente junto a nós, levando-nos pelo Caminho da Felicidade, a Paz e o
Amor. ¡Chegou nossa hora!, chegou o tempo ditoso, em que,
¡NÃO ESTAMOS SÓS!
Deixemo-nos levar pelo silêncio e a música das esferas. Não pensemos em nada que
nos perturbe. Deixemo-nos banhar por sua luz..
E as portas dimensionales começarão a ser abertas. Atravessemos já, as portas transparentes que se abrem a
nosso passo. Entregaram-nos um jardim multidimensional para habitá-lo com todos
nossos corpos, para amá-lo com todas nossas forças, para jogar com todo nosso
entusiasmo.
Deus inaugurou um jardim no coração, semeou a semente de luz que
germinou em infinita ternura. E o supremo presente inclui um contexto mágico de
liberdade e uma sagrada obrigação:
¡Ser felizes!. Então estourará uma festa em
nossas vidas, e até as árvores dançarão. E o mais importante desde hoje, será:
¡Ser felizes!
Ludy Mellt Sekher©